COMALA, AYER Y HOY

COMALA, AYER Y HOY

Una señora de 86 años oriunda de Comala e interrogada sobre cómo era en su infancia recuerda “era muy chiquito, pues nomás lo que era en centro, este como tres cuadras adelante del centro y ya empezaban los potreros que les decíamos…ordeñas donde iba la gente a tomar leche caliente en la mañana…todavía entonces llovía mucho”. Varias personas reiteran lo que antes llovía más intenso y más tiempo. En esa época según la señora “los ríos crecían, bien caudalosos…la gente bajaba a lavar ahí porque no había agua potable en las casas, este, iba uno al jardín estaban unas pilas, también en ciertas calles había pilas, iba uno a las pilas a recoger agua para el uso del día, pero para lavar se iba al río…también acostumbraba irse a bañar…Comala empezó a crecer de unos 15 años para acá”. No solo no había casas ni agua entubada, sino que escaseaba el transporte “no había mucha salida de camión hacia Colima, había un camión, salía y regresaba…luego como dos veces al día cuando mucho…luego la gente empezó a mandar a sus hijos a estudiar”. Por otra parte, “era bonito, pues había más convivencia con los vecinos ¿verdad? Y pues todo era como una sola familia”. Hoy en día todo ha cambiado mucho en estos aspectos “se ve mucha gente de afuera que nos visita, antes solo familiares…pero ahorita ves tú de todos los estados y vienen y visitan aquí, a conocer…más muchachos que estudiaron y que ya son profesionistas, más oficinas, más servicios, más de todo”. Además “ya tenemos agua” y “servicio de alcantarillado”. Sobre la luz “dicen que llegó pronto, según porque venía de El Remate…unas cascadas altas de agua …la hidroeléctrica que abastecía a Colima”. Esto fue en el año 1906 y hoy ya está en desuso, la primera hidroeléctrica estatal hace más de un siglo.
Estos relatos muestran el pasado de Comala, un pequeño pueblo donde solo se alteraba en épocas como la Revolución con bandoleros, como el indio Alonso, o en tiempos de Cristeros y sus encuentros con el ejército. Relata la señora entrevistada “los militares vinieron porque había cristeros”, y añade más adelante, “cuando se iban los soldados llegaban los cristeros, y cuando llegaban los cristeros venían los soldados y ya no los encontraban…eso no lo vivimos, pero sí me platicaban”, era el año 1926.
El profesor Jaime Valencia, ex cronista de Comala, dice que “ha cambiado mucho porque muchas de las tradiciones…tenemos que tomar en cuenta que muchas gentes van a Estados Unidos…los hijos tienen ya otras ideas…ya no es posible como la costumbre de salir en la noche a la banqueta a platicar, la familia, porque estaba más fresco, la ventilación, todavía algunas veces lo hacen”. Y entre otras cosas añade, “había mucho respeto a las personas” y también señala la costumbre de “saludar, el saludo” a toda la gente con la cual te cruzas en la calle aunque no la conozcas. De hecho, ambas cosas todavía acontecen pero quizás ya no de forma tan usual y natural como antes, pero reiteramos todavía están presentes en la vida cotidiana de las y los comaltecas.